Paul K. Feyerabend

Paul-berkeley

Paul Karl Feyerabend (13 de enero de 1924 – 11 de febrero de 1994) ha sido uno de los filósofos de la ciencia más estimulantes del siglo XX. Nacido y criado en Viena, trabajó como profesor de filosofía. Ocupó numerosos puestos, a menudo simultáneos, en instituciones académicas de tres continentes, como la Universidad de Bristol (1955-58), la Universidad de Stanford (1967), la London School of Economics (1967), la Universidad Libre de Berlín (1968), la Universidad de Yale (1969), el University College de Londres (1967-1970), la Universidad de Auckland (1972, 1974), la Universidad de Sussex (1974-1975) y la Universidad de Kassel (1977). Sobre todo, enseñó durante más de tres décadas en la Universidad de California en Berkeley (1958-1990) y durante más de una década en el Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH) de Zúrich (1980-1991).

En sus años de formación, Paul Feyerabend mantuvo contactos personales con los principales representantes de la filosofía de la ciencia contemporánea, como los antiguos miembros del Círculo de Viena y Karl Popper, pero también con destacados científicos como Erwin Schrödinger y David Bohm. Fue en esto periodo un prolífico escritor sobre cuestiones teóricas y epistemológicas de la física cuántica y las matemáticas. Con el paso de los años, se hizo gradualmente crítico con la filosofía de la ciencia, ganando una controvertida fama entre algunos de sus colegas, al tiempo que se hizo muy conocido entre el gran público por su «anarquismo metodológico». Basándose en sus estudios de historia de la ciencia, Feyerabend rechazó todos los intentos racionalistas de identificar y codificar un método científico único. También discutió y cuestionó la idea de que la investigación científica tiene como objetivo unívoco encontrar la «Verdad». Su obra principal – Contra el método (1975)- y sus colecciones de ensayos, como La ciencia en una sociedad libre (1978), Adiós a la razón (1987), La conquista de la abundancia (1999) y Documentos filosóficos (cuatro volúmenes: 1981, 1999, 2016) han sido ampliamente difundidos y traducidos en decenas de idiomas. Lo convirtieron en una figura influyente tanto en la filosofía de la ciencia como en la sociología del conocimiento científico.

Paul Feyerabend ofreció una crítica históricamente fundamentada al empirismo ingenuo (por ejemplo, la idea de que las teorías científicas se basan en ‘hechos independientemente significativos’) y su petrificación dogmática en las teorías metodológicas. Introdujo el concepto de teorías «inconmensurables» (es decir, teorías que no se basan en los mismos principios universales) y -con un valor social más directo- derribó el dogma de un sistema de reglas estrictamente vinculantes a toda práctica científica valiosa.  Como ha demostrado la historia, las ciencias prosperan cuando proliferan las teorías, las hipótesis y los enfoques metodológicos, no cuando se las encierra en jaulas teóricas. Feyerabend dejó claro que todas las metodologías tienen sus límites, que los científicos no son ‘seguidores de reglas’ sino oportunistas, y que el único principio metodológico que no inhibe el progreso es el «todo vale».  De ello se deduce que los puntos de vista de las ciencias del momento no deben tiranizar a la gente en nombre de una supuesta ‘racionalidad superior’, sino ajustarse y responder a los valores e inclinaciones de las tradiciones culturales pertinentes.  Si bien el llamamiento de Feyerabend a la democratización de las ciencias es claro, también llegó a valorar críticamente la idea de que las tradiciones culturales pueden identificarse de forma inequívoca.  Así, lejos de una posición fuertemente relativista, argumentó que «potencialmente cualquier cultura es todas las culturas», lo que algunos comentaristas ven como una base sólida para su ‘humanitarismo’. Inseparable de ello, sin embargo, mantuvo a lo largo de su vida una profunda apreciación por la diversidad epistémica y cultural.

La defensa de Feyerabend del carácter pluralista de las ciencias, derivado tanto de los diversos valores y preocupaciones de los seres humanos como de la complejidad del mundo natural, se desarrolla en La conquista de la abundancia, obra incompleta, publicada póstuma en 1999. Los lectores perspicaces encuentran allá une defensa del pluralismo (de teorías, métodos, tradiciones culturales y visiones generales del mundo) que es ‘liberadora’ frente a cualquier forma de totalitarismo y hegemonía intelectual o ideológica, y que apoya la variedad de experiencias por las que los seres humanos dan sentido al mundo («lo real es lo que juega un papel importante en el tipo de vida que uno quiere vivir»).  Para Feyerabend, la realidad básica del «Ser» puede bien ser inefable e incognoscible, pero la riqueza, la abundancia y la diversidad de las experiencias, así como la tolerancia y la apertura que las hacen posibles, son necesarias para la prosperidad humana.  De hecho, las condiciones para la prosperidad humana -no la búsqueda intelectual- han sido la principal preocupación de Feyerabend.

Paul Feyerabend fue un lector insaciable y un corresponsal prolífico: muchas de sus reseñas e intercambios con personalidades clave del siglo pasado están disponibles en papel y los volúmenes de su correspondencia están en proceso de publicación. El volumen 1 Feyerabend Formative Years: Feyerabend and Popper ha aparecido en 2020. Su obra temprana Filosofía de la Naturaleza ha sido publicada y traducida póstumamente (2009, 2014, 2016).  Su autobiografía Matando el Tiempo (1994) ofrece un rico relato de su vida poco convencional y extractos de algunos mensajes grabados a su esposa (Stories from Paolino’s Tapes, 2001) aún transmiten «…su amor por la ópera, el teatro, el cine y el respeto, la compasión, la admiración y la fascinación que sentía por muchas personas». Su polifacética personalidad se queda bien resumida en la necrológica que le dedicó Ian Hacking: «Los humanistas, en mi sentido convencional, deben formar parte tanto de las artes como de las ciencias. Paul Feyerabend era un humanista. También era muy divertido.».  En consonancia con esta interpretación humanista y con las preocupaciones patentes en sus últimas obras, la Fundación Paul K. Feyerabend fue creada, en 2006, en su honor.

Poco antes de 2024 estará disponible un sitio web dedicado al centenario del nacimiento de Paul K. Feyerabend, con una lista de actos conmemorativos, publicaciones, videoconferencias y mucho más.

Algunos enlaces sobre Paul y su obra :

Algunos relatos, reseñas y análisis:

4 resultados

  1. José Álvaro Flores
    José Álvaro Flores 30 junio 2022 at 14 h 00 min · Responder

    Solo ver un par de sus títulos, contra el método y matando el tiempo, inmediatamente te seduce la invitación a su lectura que se anticipa interesante por irreverente en contra de las visiones tradicionales de la vida y la ciencia

  2. MARIANO ARRIBAS DELGADO
    MARIANO ARRIBAS DELGADO 3 abril 2021 at 12 h 12 min · Responder

    Aunque aun no he leído su obra digamos docta, su libro «matando el tiempo» es un nexo hacia un ser humano fascinante, vive en su obra y ! como vive !, soy un lector de ingente cantidad de obra científica mayormente sobre Física y Astronomía y a través de una Lee Smolin he llegado al S. Feyerabend ! que gran descubrimiento ! no se que me impacta mas si su gran humanidad o su agudísima inteligencia

  3. Diego Silvano
    Diego Silvano 23 septiembre 2020 at 22 h 56 min · Responder

    Uno de los personajes que los profesores de filosofía de la ciencia prefieren evadir.

  4. Juan Ocampo
    Juan Ocampo 17 mayo 2016 at 7 h 38 min · Responder

    Gran hombre que postuló su tesis CONTRA EL MÉTODO.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.